Y el que lo diga está contra la libertad de expresión.
Comunicado emitido por Jueces para la Democracia
http://www.juecesdemocracia.es/txtComunicados/2011/05octubre2011.htm
Como ya dijimos en otra ocasión, la violencia de género es un tema complejo que requiere de una atención constante y de la solidaridad permanente de todos los organismos oficiales y sociales para acabar con un tipo de violencia intolerable que sufren miles de mujeres en nuestra sociedad. Los esfuerzos desde todos los estamentos para luchar contra este fenómeno son cada vez mayores, y deben seguir aumentando con todas las medidas que nos permitan dar a las víctimas la protección y el apoyo que precisan en el camino hacia su libertad. Sin embargo, la utilización de la cuestión como arma propagandística sólo sirve para simplificar el problema y desenfocar los esfuerzos que debemos realizar conjuntamente.
El Consejo Consultivo de Jueces Europeos ha señalado que el
desarrollo de los sistemas democráticos exige que los ciudadanos reciban una
información adecuada sobre la organización de los poderes públicos, sobre las
condiciones de elaboración y aplicación del derecho y sobre el funcionamiento de
las instituciones judiciales. En este ámbito, los medios de comunicación
desempeñan un papel esencial, poniendo de manifiesto las disfunciones y
contribuyendo de manera constructiva a la mejora de la práctica de los
tribunales y calidad de los servicios. Ahora bien, en ocasiones, la búsqueda del
sensacionalismo y la competencia comercial, cuando no la defensa de intereses
ajenos a la recta formación de la opinión pública, provocan el riesgo de abusos
y errores.
El tratamiento mediático de la sentencia dictada por la Sección
Tercera de la Audiencia Provincial de Murcia, de la que ha sido ponente Juan del
Olmo en un asunto relacionado con la violencia de género constituye un nuevo
ejemplo de manipulación informativa.
Desde la entrada en vigor de la Ley de Violencia de Género ha
sido una constante la coexistencia de dos líneas jurisprudenciales
interpretativas. La primera, de corte literal, que entiende que para que exista
un delito de violencia de género basta con que, en el marco de una relación
sentimental, el varón golpee o amenace a la mujer. La segunda, de orientación
finalista, que sostiene que, además, es preciso que se acredite en el caso
concreto que la conducta presente rasgos distintivos de discriminación por razón
de sexo, que evidencien la existencia de una situación de dominación del hombre
sobre la mujer. Ambas opciones interpretativas son jurídicamente admisibles, y
muchos juzgados y tribunales aplican una u otra. En el caso enjuiciado, la
Audiencia Provincial optó por la segunda de las interpretaciones, por lo que
consideró que, como la prueba no había acreditado la existencia de una situación
asimétrica o de dominación, los hechos no constituían un delito de amenazas y sí
una falta de amenazas. Incidentalmente, argumentó que la utilización por parte
del varón de la palabra “zorra”, en el caso concreto, no constituía indicio
suficiente para afirmar la presencia de ese contexto abusivo.
Sin embargo, los medios han elevado a la categoría de noticia
algo que la sentencia no dice: “llamar zorra a una esposa no es un insulto,
según el Juez del Olmo”. Por otra parte, se esconde el dato de que, finalmente,
se acaba condenando al acusado. La discusión no versa sobre la justificación de
la conducta, lo que en ningún caso hace el Juez, sino sobre la aplicación de un
artículo u otro del Código Penal. Resulta llamativo, por otra parte, que haya
adquirido el rango de noticiable en el mes de octubre una sentencia dictada a
mediados de junio. Igualmente, que se destaque que se trata de una
interpretación personal del ponente, ocultando que constituye una interpretación
compartida por muchos tribunales, lo que genera la sospecha de que se pretende
orquestar una campaña de desprestigio contra el Juez del Olmo por actuaciones
jurisdiccionales que nada tienen que ver con este asunto.
Más preocupante resulta que una institución que debiera tener
entre sus prioridades la de informar adecuadamente a la opinión pública acerca
del papel de la justicia, realizando una labor divulgativa especialmente en
casos que se convierten en mediáticos, se haya alineado acríticamente con
quienes han cuestionado con dureza al Juez, soslayando clamorosamente su
relevante función. Nuevamente, el Consejo General del Poder Judicial ha perdido
una magnífica ocasión para afirmar su función institucional.
El Secretariado
Madrid a 5 de octubre de 2011
Jueces para la
Democracia
jpd@juecesdemocracia.es http://www.juecesdemocracia.es |
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(Busquen el curriculum de este juez a ver si encuentran algo que les haga, como mínimo, sonreír... XD) Tagkiller
Escuchar: Premsa Lliure (Brams 1999), I wanna be your Dog (Sonic Youth 1983), Me Gusta ser una Zorra (Las Vulpes 1982).
Pues si, de oportunidades perdidas ,como esta , vienen después malentendidos
ResponderEliminarPor cierto soy Pérfida
Un saludo coleguita